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SAID “Gracias al trasplante a tiempo,
y al tratamiento de gammaglobulina,
Said se curó de una de las enfermedades
más graves y desconocidas”
Cuando Said nació con Inmunodeficiencia Grave Combinada. Él recibió sus vacunas como todos los niños y niñas en México; pero al no tener defensas, el virus de la tuberculosis le provocó tuberculosis cutánea. También tiene cálculos por acidosis renal y tuvo gripas recurrentes y pérdida de peso muy grave.
Lo llevamos al médico allá donde vivimos en Michoacán y al no mejorar nos acordamos del hospital IMAN que ahora se llama Instituto Nacional de Pediatría y mi esposa dijo: “no sé tú, pero yo me voy con mi niño a ese hospital porque aquí no mejora”, yo desde luego al igual que ella decidí que teníamos que buscar una atención que lo diagnosticara bien y que lo curara. Fuimos a México cuando Said tenía 8 meses de edad y ahí fue diagnosticado en marzo de 2013. Con apoyo de FUMENI y del INP se inició el tratamiento de gammaglobulina en forma mensual y se inició la búsqueda de cordón umbilical para hacerle un trasplante de células progenitoras, pero pasó el tiempo y no se encontró cordón compatible.
Después de 7 meses de búsqueda infructuosa, se decidió hacer el trasplante con donador familiar y su mamá fue la donadora compatible al 50%. Era un riesgo muy alto, pero la enfermedad grave de Said no permitía mayor espera.
El trasplante fue un éxito y Said fue mejorando poco a poquito, empezó a comer mejor, a subir de peso, a caminar y a dos años Javier casi no toma medicamentos y sus lesiones cutáneas van cicatrizando; antes tomaba hasta 20 medicamentos diarios, ahora sólo toma unos pocos y la mejoría es sorprendente.
Gracias al trasplante Said se ha curado de una de las enfermedades más graves y desconocidas en México y si su mamá no hubiera sido compatible hubiéramos tenido que enfrentar la búsqueda internacional de donador, que tiene un costo de cerca de un millón de pesos y eso hubiera sido un gran obstáculo para la vida de nuestro hijito. Por eso pensamos que las niñas y niños que no tienen seguridad social, como es el caso de nuestro pequeñito, están en desigualdad con otras niñas y niños en México y eso no es justo porque todos tenemos el derecho a la salud.
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