NADAR PARA VIVIR / ENTREVISTA A ANILA POR DIARIO EPOCA
Estuvo postrada seis años y hoy es nadadora de aguas abiertas para concientizar.
Anila Rindlisbacher es correntina, tiene 50 años y durante seis años estuvo postrada por una enfermedad poco conocida: IDP (Inmunodeficiencia Primaria). La natación le permitió recobrar sus fuerzas y hoy es nadadora de aguas abiertas. La increíble historia de una mujer que sostiene: “Quiero que mis nados tengan un propósito: difundir la enfermedad y su tratamiento, como así también juntar fondos para que todos tengan acceso al mismo”.
Anila tiene una voz cargada de amabilidad, llena de energía y esas ganas enorme de contagiar vida. En contacto con diarioepoca.com abrió su corazón y contó su historia que hoy es un ejemplo gigante de superación.
En un blog personal vuelca sus experiencias y relata: “Nací a orillas del río Uruguay, en Monte Caseros (Corrientes) una ciudad al sur de la provincia, frontera tripartita con Uruguay y Brasil. Paradójicamente criándome a orillas del río, nunca nadé. Terminé el secundario y me fui a estudiar primero a Corrientes Capital, y después a Rosario. Estudié Marketing y a los 23 años creé una empresa de Marketing promocional. Entre los 23 y los 36 años, estuve al frente de mi empresa, fueron años muy productivos”.
Sobre las dificultades que fueron apareciendo en su emprendimiento dijo “confieso que los últimos tiempos fueron un poco difíciles, cambiaron las reglas del mercado, los resultados ya no eran los mismos. Podría haber buscado nuevos desafíos, pero empecé a sentirme cansada. Y sentía la necesidad de cerrar la empresa, sentía que había cumplido una etapa. Había dejado de divertirme lo que hacía. Me costaba encontrar la pasión y trabajaba casi mecánicamente. Seguía adelante, solo porque tenía compromisos asumidos con clientes y quería ¡cumplir! con el deber, pero ese querer ¡cumplir! casi me costó la vida. El cuerpo te da señales, y si no las escuchás a tiempo, puede ser muy duro”, describe como un breve introducción de lo que no esperaba padecer.
ANILA RINDLISBACHER, CORRENTINA QUE DIO BATALLA A UNA ENFERMEDAD POCO CONOCIDA Y QUE LA POSTRÓ MUCHÍSIMOS AÑOS.
Anila pasó seis años postrada: “Un día de la noche a la mañana empecé a sentirme mal y en tan solo un mes… quedé en una cama. Fui perdiendo la voz, y la capacidad de alimentarme con alimentos sólidos. No sabía lo que me pasaba y los médicos tampoco sabían lo que me pasaba. Me decían que era cuestión de tiempo, que mis síntomas, bronco espasmos, laringo espasmos, lo que no me permitía hablar, llagas y aftas que se me formaban en todo mi sistema respiratorio, lo que no me permitía tragar ya pasarían”, recordó.
“En mi caso estuve seis años recorriendo médicos, especialistas, buscando una solución y no lograba que me diagnostiquen y tampoco tenía un tratamiento. Los seis años estuve prácticamente postrada en una cama y llegué a pesar 44 kilos”, relató sobre la crudeza de la enfermedad.
“Finalmente di con la doctora Liliana Beroznick (M.N 60.612) que es una inmunóloga que está en Buenos Aires, y gracias a estudios muy específicos que se hacen sólo en Buenos Aires en el Laboratorio Stamboulian. Una vez diagnosticada empecé a mejorar de a muy poquito, a pasos muy cortitos. Tres años más me llevó recuperarme”, describió.
Hoy el objetivo principal de Anila es concientizar sobre la IDP. “La Inmunodeficiencia Primaria es una enfermedad poco frecuente, poco conocida y poco estudiada. Entonces es muy difícil para los pacientes dar con un profesional que nos pueda diagnosticar y salir adelante”, explicó a diarioepoca.com
El peor momento de la enfermedad
“Fueron años muy difíciles, de mucha incertidumbre, de no saber que tenía, los médicos no sabían decirme que me pasaba, entonces era muy difícil para mí poner fuerza porque la sensación era de incertidumbre”, confesó Anila. “Pero aún así no bajé los brazos porque si bajaba los brazos, no contaba la historia. Traté de preservarme viva hasta encontrar la solución que llegó después de 6 años, pero llegó”, resaltó sobre sus sensaciones.
“Ese tiempo estuve en aislamiento, en una burbuja creada para mí, en mi domicilio, alejada de cualquier factor externo que podía afectarme (el clima, los cambios de clima, el aire acondicionado, las corrientes de aire) todo, todo me afectaba y me hacía mal. Por eso estaba en mi burbuja. Cambié los pisos de mi departamento por los ácaros (antes tenía alfombras). Todo eso transcurrió en Rosario (donde viví desde los 20 hasta los 47 años) y hace 3 años vivo en Capital Federal”, expresó.
EN MONTE CASEROS, A ORILLAS DEL RÍO URUGUAY. LA NATACIÓN SALVÓ SU VIDA Y HOY ENVÍA SU MENSAJE COMO NADADORA DE AGUAS ABIERTAS.
La natación, la salvación
En medio de su tratamiento, Anila sufría de lumbalgias debido a la situación de sedentarismo de tantos años. “Fui al traumatólogo y él me dice que empiece natación. Empecé a nadar y enseguida me recupero de los dolores lumbares pero me doy cuenta quela natación mejoraba mi sistema inmunológico y mi sistema respiratorio. Gracias a eso salvé mi vida prácticamente porque a partir de allí empecé a nadar. Soy nadadora de aguas abiertas y cuento con uno de los mejores entrenadores de Argentina que es Pablo Testa, y tenemos como proyecto que él me prepare para nadar distancias largas. Porque cuanto más distancias largas haga, más lejos va a llegar mi mensaje”, sentenció.
En apenas dos meses de entrenamiento y motivada por los cambios positivos en su cuerpo cambio positivo, Anila -con entonces 46 años- se puso nuevos desafíos: nadar en aguas abiertas. En febrero de 2018, hizo su primera travesía en aguas abiertas “Liebig-San José”, con una carrera de 2.2 km. El 29 de febrero de 2020, Anila nadó alrededor de 5 km en 1:04.47 segundos y unió a nado Uruguay –Argentina.
Iniciativa Alas
La nadadora actualmente colabora con la ONG “Iniciativa Alas” que tiene base en México pero está presente en toda Latinoamérica inclusive Argentina. “Esa ONG sólo se ocupa de dar a conocer la enfermedad y su tratamiento, y de ayudar a los pacientes que padecemos esta enfermedad. Me contacté gracias a mi doctora Liliana Beroznick que me puso en contacto con ellos”, afirmó.
“Quiero que mis nados tengan un propósito: difundir la enfermedad y su tratamiento, como así también juntar fondos para que todos tengan acceso al mismo. Por eso este año me sumé a colaborar con Iniciativa Alas”, manifestó.
“Mi trabajo es el de difundir la enfermedad y su tratamiento a través de los medios a mi alcance acá en Argentina y además colaborar juntando fondos para ayudar a pacientes que no puedan pagar sus tratamientos. Eso será cuando pueda participar en carreras o travesías de aguas abiertas ( por el momento no he podido participar en ninguna por la pandemia) debido a que es difícil viajar pero estimo que en marzo voy a hacerlo”, afirmó.
Signos de alerta de las IDP – Inmunodeficiencias primarias
Mediante un video, Anila describió las alertas de esta enfermedad:
*Cuatro o más otitis durante un año
*Dos o más sinusitis durante un año
*Te enfermas, tomás antibióticos, y no mejorás
*Una o más neumonías durante un año
*Dificultad para crecer o engordar
*Infecciones en la boca y en la piel (hongos, llagas, aftas)
*Episodio Autoinmune
*Infecciones virales en repetición
*Algún familiar con IDP
*Enfermedades de la sangre que no se sabe por qué
*Diarrea persistente o crónica